Daruma 達磨 es el Muñeco de los Propósitos, un amuleto japonés de la buena suerte. Hecho con papel maché, es una representación del monje Bodhidharma, fundador del budismo zen. Dice la leyenda que este alcanzó la iluminación después de meditar en una cueva durante 9 años pero que se le cayeron los brazos y piernas por atrofia. De allí la forma peculiar de Daruma.

Un Daruma es un regalo especial porque tiene asociado un pequeño ritual para cumplir nuestros propósitos.

La figura viene con los ojos sin pintar y al recibirlo debes formular un deseo: cambiar de trabajo, empezar a hacer deporte… lo que quieras conseguir. En ese momento has de pintar uno de los ojos y así quedará hasta que logres tu propósito. Cuando lo consigas será la hora de pintar el segundo ojo y apuntar la manera en que lo has logrado. Así quedará como un recuerdo permanente de una meta alcanzada.

Y te preguntarás: ¿Qué pasa si no se logra el objetivo? La tradición dice que puedes quemarlo al finalizar el año para simbolizar que vas a buscar otros métodos para alcanzar tu meta. Pero bueno, si no lo quieres quemar te entendemos porque son unos muñecos muy chulos :)

Nuestros darumas se producen al oeste de la prefactura de Takasaki, en la población de Gunma. Desde hace 200 años se ha carecterizado por ser una zona principalmente agrícola, y actualmente es el epicentro de los talleres artesanos de darumas: allí se fabrican alrededor del 80% del mercado.

Su fabricación es totalmente artesanal, se producen uno a uno con sumo cuidado al más puro estilo tradicional.